En Espai Nona todos estáis invitados, pero mi área de 'expertesa', ligada a mi trayectoria profesional como terapeuta, docente e investigadora, está vinculada a los adolescentes y la gente joven.
La adolescencia
es una etapa del ciclo vital que supone el paso de la infancia a la adultez. Se trata de un momento de cambio, de construcción de la propia identidad diferenciada de sus padres. En muchos casos, este proceso de individuación y diferenciación implica un cuestionamiento de las normas parentales, un querer romper con muchas cosas conocidas para poder descubrir otras nuevas. Es una etapa de nuevas relaciones, de descubrimiento de la sexualidad propia y compartida, de nuevos lugares, de nuevas formas de estar y de hacer, de entrar en el mundo de los adultos...
Los adolescentes pueden vivir esta etapa de muchas formas diferentes. Algunas personas pueden pasar por esta etapa sin dificultades, 'de puntillas', pero otras pueden sentirse confundidas, perdidas, inseguras, o vivirla con gran malestar. Y pueden necesitar sentirse acompañadas en esa parte del camino.
A veces los adultos no recordamos cómo fue nuestra adolescencia, o cómo era nuestra infancia. Desde este olvido, desde esta desconexión, nos es difícil entender lo que les ocurre a los adolescentes, es difícil a veces ponernos en su piel cuando nos sentimos tan distintos a ellos.
Las sesiones de terapia pueden ser un acompañamiento a los adolescentes que viven con malestar ese momento de su vida. Y también ser un espacio facilitador de la comunicación entre padres e hijos, dando herramientas a ambas partes para entender y ponerse en el lugar del otro.
Concretamente, el espacio de terapia dirigido a los
adolescentes y sus familias
puede ayudar a:
- Mejorar su relación con los iguales
- Aprender habilidades sociales, a ser más asertivo/va
- Mejorar los problemas de ansiedad y/o bajo estado de ánimo
- Mejorar la autoestima
- Aprender nuevas herramientas para gestionar los conflictos familiares
- Mejorar la comunicación padres e hijos
- Acompañar al adolescente en el proceso de construcción de su identidad
La etapa de la juventud
supone la entrada en la vida adulta. En esta etapa la búsqueda de autonomía y de independencia, el afianzamiento de la identidad propia, la construcción de relaciones basadas en la intimidad, las relaciones de pareja, son temas relevantes para muchas personas.
Independizarse tanto físicamente (marcharse de casa de los padres) como económicamente (mantenerse con los beneficios obtenidos a través de un trabajo propio), tomar las propias decisiones y responsabilizarse de ellas, seguir un camino propio, a veces muy diferente al que han seguido nuestros padres...son algunos de los temas clave que a menudo nos acompañan en esta etapa.
Aprender a sostenernos en nuestras emociones, solucionar nuestros problemas, saber pedir ayuda si la necesitamos, todo esto tiene que ver con hacerse adulto. Establecer relaciones más allá de la familia con otras personas, ya sean compañeros de trabajo, amigos, vecinos, parejas...a menudo comporta el cuestionamiento de todo lo conocido y contribuye a la construcción de uno mismo como un ser auténtico y diferenciado.
En este proceso de diferenciación y de individuación que se inició en etapas anteriores pueden haber obstáculos y dificultades que comprometan convertirse en un adulto sano: miedos ante el futuro, inseguridades, necesidades no satisfechas, pueden entorpecer el crecimiento de la persona y provocarle mucho sufrimiento. En otras ocasiones la dificultad radica en cómo nos relacionamos con los demás, en la capacidad de poner límites y de decir que no.
Sea cual sea la dificultad, el espacio de terapia para
jóvenes
puede ayudarte a:
- Conocerte más a ti mismo/a
- Mejorar tu autoestima y la seguridad en ti mismo/a
- Aprender a responsabilizarte de tu vida
- Aprender a manejar la ansiedad, mejorar el estado de ánimo
- Aprender a defender tus derechos, a poner límites, a ser asertivo/a en tus relaciones
- Mejorar tus relaciones con los demás (amigos, pareja, familia, compañeros de trabajo o de estudio)
- Sentirte más empoderado o empoderada, con más energía y poder para tomar las riendas de tu vida
- Acompañarte en los momentos de crisis o de cambio, tener un espacio donde ser escuchado/a y escucharte a ti mismo/a.